SIGNIFICADO DEL CERO EN NUMEROLOGÍA
El Cero contiene la energía de todos los números del 1 al 9, debido a que es el contenedor de toda posibilidad de existencia. Su forma nos da a conocer que no tiene principio ni fin y al mismo tiempo cuenta con el inicio y el término de todo, debido a que representa la creación y la destrucción.
Cuenta con la fuerza de amplificar la vibración de cada numero al encontrarse a su lado derecho (10, 20, 30, 40, 50…), haciendo que su expansión sea ilimitada, dando la oportunidad de llegar a ser más allá de lo que hoy es, porque se vuelve una elección que nos permite tener mayor potencial para evolucionar.
Deja al descubierto las diferentes dimensiones debido a que cuenta con un gran nivel vibratorio, que permite que desarrollemos nuestra riqueza, convirtiéndonos en exploradores que pueden abrir los caminos a partir de la luz. Además, podemos decir que es la representación pura de la vida y el amor.
Las palabras claves que pueden describir al Cero como un potencializador nos llevan a que nos construyamos con un ego equilibrado que permite que día con día sanemos nuestras heridas, desde la consciencia, porque es lo que nos da la determinación para amarnos, aceptar la compañía de otros, valorarnos a nosotros mismos de manera que cubramos nuestras propias necesidades primero, haciéndole caso a nuestra intuición, sensibilidad, sabiendo escuchar a nuestro cuerpo y tratándonos con dulzura. Lo cual nos permite tener una mayor creatividad y discernimiento, que hace crecer nuestras raíces y fortalecerlas para tener cimientos saludables, así como estables que nos permiten conformar nuestro bienestar material, familiar y profesional con libertad, disponiéndonos a cambiar lo que ya no nos permite continuar en movimiento, para tener mejores relaciones basadas en confianza y amor, que nos proporcionan la visión de un camino espiritual e intelectual más amplio, que nos llena de conocimientos. Permitiendo desarrollar nuestros talentos para abrir las puertas de la autoafirmación, la administración de nuestra vida, la obtención de dinero y vienes materiales que tienen como fin solucionar situaciones en nuestra vida que se presentan para que evolucionemos y tengamos una mayor conexión con el Universo, así como con nuestro Ser.
Cuando se presenta el Cero solo, como un Reto en nuestra Tabla o como la ausencia de alguna Casa o Camino de vida, es una invitación a adentrarnos en nuestro propio desarrollo interno, además de darnos a conocer características a las que nos podemos enfrentar. Su descripción general contiene los siguientes puntos, tomando en cuenta su aparición:
Habla que la persona tiene dificultad para construirse, afirmarse y tener un ego sano debido a que pudo haber un padre ausente o autoritario o bien al mismo tiempo ser ambas opciones, que dio como resultado el bloqueo de la identidad.
Pero al mismo tiempo nos da a conocer que es posible poder sanar si así nos lo proponemos con consciencia.
La ausencia de los números del 1 al 9 nos indica que la persona se siente con angustia, de no ser amada y por esto ser abandonada, por lo que debe empezar a confiar más en si, valorarse y trabajar por cubrir sus propias necesidades afectivas, siendo lo único que le permitirá entregarse. De no ser así encontramos a una “pareja” problemática, porque siente que otros deben ser quienes deben satisfacer sus necesidades.
En el momento que trabaja y le hace caso a su intuición y sensibilidad, puede escucharse, tratarse con dulzura y ternura que también podrá proporcionar a otros. De lo contrario seguirá habiendo ausencia, inaccesibilidad, distancia y falta de amor.
Por otro lado, nos da a conocer que le ha costado relacionarse con otros y vive la vida a partir de la superficialidad y que es dispersa, debido a que desconfía en su poder de atracción, así como en su creatividad para potenciarse y afirmarse en el lugar que le toca, esto nos habla de ser una persona reservada y tímida porque no se sabe valorar si no es a partir de los demás.
Lo anterior puede llevar a la persona a encerrarse, encontrarse triste y amargada, por la necesidad imperiosa de sentirse reconocida, amada y valorada por sus padres y círculos más cercanos.
La forma de poder vencer este punto es desarrollando la creatividad en todos los campos posibles, viendo la alegría y la fuerza que tiene para vivir.
La falta de sentir sus raíces y de que no puede fortalecerlas, genera en la persona que no acepte su cuerpo, llevándola a tener problemas de salud porque le cuesta vivir, y su estructura no está bien cimentada, reflejándose especialmente en los huesos. Esto hace que no se arriesgue y viva en angustia, por lo que no le es fácil tener estabilidad material, familiar y profesional.
Algo que les ayuda es que encuentran formas de ganarse materialmente la vida desde temprana edad o bien adquiriendo una profesión que le proporcione estabilidad mental y monetaria.
Siendo que en algún momento esté sea el caso es importante no caer en los excesos, que son: demasiado trabajo, demasiada responsabilidad o materialismo.
La persona por ende puede llegar a sentir que no es libre de alguna forma y que no puede llegar a vivir en plenitud, lo que hace que tenga miedos, que no enfrente los cambios o los desafíos que se le presenten, sobre todo porque si rompe con lo establecido crea que pierde más de lo que puede ganar, lo que hace que sea mega tradicionalista, porque esto le da una falsa estabilidad. La forma de romper con esto es tomar conciencia de lo sucedido y que sienta la necesidad de un aire nuevo que la lleve a tomar acción de cambio, el cual generará un movimiento en su forma de expresarse ante la vida, que le llevará a abrirse las puertas. Esto no quiere decir que deja la prudencia a un lado, la reflexión y la disciplina, solo indica que es tiempo de ser flexible para ver y tomar las oportunidades que se presenten para ser feliz.
El miedo al abandono se llega hacer presente con la aparición del cero como ausencia de algún número, causando angustia y autodestrucción, lo que puede hacer que otros dejen a la persona, como un ciclo sin fin. En el momento que se rompe dicho ciclo es porque la persona empieza a confiar en ella y a dejar de esperar a cambio algo.
Sentir el vació que puede dar el cero lleva a la persona a no encontrar su camino espiritual y su seguridad intelectual, por lo cual hay una falta de reflexión, un sentimiento de soledad y una incapacidad de ver lo bello en la vida. Pero al mismo tiempo esto le hace querer aprender cada día más sin sentir que ha sido suficiente porque cree que es incapaz de utilizar el conocimiento adquirido. Para realizar el cambio debe poner en práctica lo adquirido de manera que pueda aceptar y reconocer la acción que toma a partir de lo que le dará paz.
Pero en caso de que los talentos, la administración y el desequilibrio se encuentren el dinero escaseará, así como los bienes materiales, ya que se tomarán decisiones abruptas que generen el despilfarro, porque erróneamente la persona cree que es la forma de autoafirmarse y verse aceptado por la autoridad. La manera de poder combatir dicho presagio es desde la toma de consciencia de sus talentos, el desarrollo de objetivos y metas precisos en espacio y tiempo para poder concretar, así como solucionar las dificultades que se le puedan presentar.
Por último, al estar la persona tan inmersa en esta destrucción, puede dejar de abrirse a otros además de no permitirse evolucionar haciendo que la preocupación por el resto de las personas no exista, así como las necesidades que pudiera tener de encontrar nuevos horizontes. La única forma de poder cambiar esto es viendo fuera de su mundo, para impulsarse a vivir desde la conexión con lo divino, su ser y el mundo.